Cantidad para 6 raciones. En una unidad cocemos la coliflor entera, limpia de las hojas verdes exteriores, con agua y sal hasta que esté hecha. Sacarla, dejarla escurrir y trocearla con las manos en ramitos. Cortar las salchichas en rodajitas de un centímetro  más o menos. Disponer la coliflor y las salchichas en una bandeja de horno y reservar. Poner aceite en una sartén y cuando esté caliente ( sin humear ), añadir la harina. Remover continuamente con una cucharada de madera hasta que toda ella esté tostada, pero cuidando que no se queme. A continuación, echar la leche  ( templada ) poco a poco, esperando siempre a que se integre bien antes de añadir más. Remover sin parar para evitar que se hagan grumos y seguir incorporando leche hasta obtener una textura ligera, pero no demasiado líquida. Salpimentar y poner un poco de nuez mscada molida. Napar la coliflor y las salchichas con la bechamel, añadir el queso rallado por encima y meter al gratinador hasta que la superficie esté dorada. Servir caliente.