En una sartén tostamos de los piñones al 10% de temperatura. Hay que tener mucho cuidado al tosyar los piñones, ya que éstos se queman muy fácilmente. Trituramos los piñones junto con el ajo y la sal en una licuadora hasta que queden totalmente pulverizados. Añadimos las hojas de albahaca y el miso blanco si se desea usar (le da un sabor un poco más dulce) y a continuación trituranmos. Mientras se tritura, ir echando poco a poco el aceite de oliva para que se vaya homogeneizando. Guardar en un bote hermético en la nevera puede durar hasta 2 meses.