En el mundo actual, la contaminación está presente en casi todos los aspectos de nuestras vidas, incluso en nuestra alimentación. Uno de los problemas más preocupantes es la disfunción tiroidea provocada por la contaminación alimentaria. En esta entrada, descubriremos cómo la contaminación afecta nuestras tiroides y cómo podemos proteger nuestra salud gracias a una buena nutrición.

Las tiroides, una pequeña glándula en forma de mariposa ubicada en el cuello, tiene un papel crucial en diversas funciones del cuerpo, como el metabolismo, la regulación hormonal y el crecimiento. La disfunción tiroidea puede manifestarse como hipotiroidismo (producción insuficiente de hormonas) o hipertiroidismo (producción excesiva de hormonas). Un número creciente de evidencias vincula la disfunción tiroidea con la ingesta de alimentos contaminados.

La alimentación moderna está expuesta a diversas formas de contaminación, como pesticidas, metales pesados y disruptores endocrinos. Estas sustancias pueden interferir con la función tiroidea normal y potencialmente desencadenar la aparición de enfermedades. Por ejemplo, los pesticidas presentes en frutas y verduras pueden afectar negativamente la regulación hormonal de la tiroides, o unas de las más abundantes el plástico de los envoltorios dé los alimentos o  de las mayoría de las botellas de agua  mineral es una gran fuente de estos venenos.  

Afortunadamente, existen medidas que puedes tomar para minimizar la exposición a alimentos contaminados y proteger tu salud en general:

• Prioriza alimentos orgánicos: Opta por alimentos cultivados sin el uso de pesticidas y herbicidas tóxicos. Los alimentos orgánicos son una excelente manera de reducir la exposición a sustancias que podrían afectar tu tiroides.
• Lava bien tus alimentos: Asegúrate de lavar adecuadamente los alimentos antes de consumirlos con una agua libre de químicos y de metales pesados, como en el caso de las purificadoras de agua ,que poseen la tecnología de OSMOSIS INVERSA del Grupo Aqualai.
• Evita el consumo de carne procesada: Los aditivos y conservantes utilizados en la carne procesada pueden contener químicos disruptores endocrinos. Opta por carne fresca y, preferiblemente, de origen orgánico.
• Consume alimentos ricos en yodo: El yodo es un mineral esencial para el correcto funcionamiento de la tiroides. Incluye en tu dieta pescado, algas marinas, nueces y productos lácteos, que son excelentes fuentes de yodo.
• Cuida tus sistema de cocción : No tiene ningún sentido estar usando alimentos orgánicos si luego no cuidas donde los cocinas, busca sistemas hipoalergénicos , como ollas de acero enriquecidas con titanio , aceros con la denominación T316Ti de NUTRAEASE. De esta forma te aseguraras de no contaminar tus alimentos en el proceso de cocinado.

La contaminación de los alimentos representa un riesgo significativo para nuestra salud, especialmente en lo que respecta a la función tiroidea. Sin embargo, adoptando hábitos de vida saludables, priorizando alimentos orgánicos y manteniendo una dieta equilibrada, podemos protegernos y promover una tiroide sana. Recuerda que tu nutrición es fundamental para mantener un buen estado de salud en general.