La contaminación por metales pesados en el agua potable es cada vez más preocupante. El plomo, el mercurio y el cadmio son altamente tóxicos y dañinos para el sistema nervioso. En esta entrada del blog de nutrición, analizaremos trastornos neurológicos comunes causados por los metales pesados y daremos consejos para prevenir estos efectos negativos.

Los metales pesados como el mercurio, el plomo, el cadmio y el arsénico están presentes en fuentes naturales y actividades humanas como la minería y la agricultura. Estos metales pueden acumularse en el agua, especialmente en áreas industrializadas o afectadas por la contaminación. La exposición prolongada a concentraciones altas de metales pesados puede dañar directamente el sistema nervioso y tener efectos a largo plazo en la salud.

• Envenenamiento por plomo: la exposición prolongada al plomo puede causar daño irreversible al sistema nervioso central, especialmente en niños. Los síntomas incluyen retraso en el desarrollo cognitivo, dificultades de aprendizaje, trastornos del comportamiento y disminución del coeficiente intelectual. Para evitar la intoxicación por plomo, es esencial filtrar el agua potable , usar sistemas de cocción hipoalergénicos  y consumir alimentos ricos en hierro y calcio, ya que pueden ayudar a prevenir la absorción de plomo.
• Neurotoxicidad del mercurio: el mercurio, presente en muchos peces y mariscos, es altamente tóxico para el sistema nervioso. Puede causar daño cerebral, afectar la memoria, el habla y el desarrollo cognitivo. Para reducir la exposición al mercurio, se recomienda evitar el consumo excesivo de pescados y mariscos con altos niveles de este metal, y optar por opciones más seguras como salmón y trucha.
• Efectos del cadmio en el sistema nervioso: el cadmio, presente principalmente en el agua contaminada por desechos industriales, puede afectar el sistema nervioso y causar síntomas como temblores, debilidad muscular y trastornos del equilibrio. La clave para prevenir la exposición al cadmio es beber agua filtrada y evitar el contacto con productos que contengan este metal, como ciertos fertilizantes y cosméticos.
• El arsénico: el arsénico en el agua potable está relacionado con un mayor riesgo de daño neurológico, como neuropatías periféricas, trastornos del equilibrio, debilidad muscular y dificultades cognitivas.

 Es importante asegurarse de que el agua potable cumpla con los estándares de calidad establecidos por las autoridades. Filtrar y purificar el agua, con las purificadoras de agua que cuentan con la tecnología de OSMOSIS INVERSA del Grupo Aqualai. Consumir alimentos ricos en antioxidantes, vitaminas y minerales también puede ayudar a combatir los efectos negativos de los metales pesados en el cuerpo.

Resumen

La contaminación por metales pesados en el agua potable puede tener graves consecuencias para nuestra salud neurológica. Es fundamental tomar medidas preventivas para minimizar la exposición a estas sustancias tóxicas. Filtrar el agua potable, elegir alimentos adecuados y mantener una dieta equilibrada rica en nutrientes pueden ayudarnos a protegernos. Priorizar nuestra salud y crear conciencia sobre este tema es necesario para garantizar un futuro saludable para todos.